El
retomar este espacio fue sin duda un intento mediante el cual se quiere
reflexionar el papel de la gastronomía como elemento primordial en la
construcción de la identidad individual y colectiva, como un elemento
aglutinador cultural mediante el cual nos vemos reflejados y encontramos el por
que de nuestro ser.
Ya sea
por la etnicidad, clase social o religión, la sociedad mexicana se divide y
encuentra en ella conflictos y contrastes extremos pero hay dos factores que
nos unen como mexicanos. Dos elementos que nos ayudan a identificarnos como
iguales y que han ayudado a conservar estabilidad y hermandad frente a la
constante confrontación en la cual nos encontramos: la selección nacional y la
gastronomía nacional.
El
peligro en el cual nos encontramos como nación ( aparte de la corrupción sistemática
de la clase política y de la violencia producida tanto por el terrorismo de
Estado y del narcotráfico) es la amenaza de desconstrucción de nuestra
tradición gastronómica. Este punto es terrible para lo mas profundo de nuestro
ser como mexicanos. El peligro en la cual se encuentran las comunidades mas
marginales frente a la concepción del individuo universal construido por el
capitalismo corporativo obliga a que la izquierda demande la salvaguarda de los
productos nacionales como una acción subversiva y es el deber el cocinero
mexicano ser el defensor primero de nuestras tradiciones y por lo tanto de la
identidad nacional.
La
cultura es un elemento social que debe ser siempre ocupado, reconstruido y
difundido dentro de la comunidad con fines práctico y por el bien de la nación.
La experiencia mexicana durante el sexenio de Lázaro Cárdenas con el Secretario
de Educación Pública, José Vasconcelos, fue extraordinaria. El Secretario de
Educación apoyo a los muralistas mexicanos y consiguió que estos construyeran
mediante el arte la identidad mexicana posrevolucionaria. Se encargo este
movimiento de mostrarle a las masas de una manera didáctica el ayer y el hoy de
México con el sentido de lo que debía de ser en el mañana la nación.
Vasconcelos
vio la necesidad urgente unificar la identidad de la heterogénea sociedad
mexicana poniendo fin a la confrontación y la violencia mediante la cultura y
la promoción ideológica de la revolución en espacios públicos. La diferencia
con la situación del México posrevolucionario al México actual no es muy
lejana.
No es
una oposición al universalismo como tal sino a la desterritorialización en pro
del capitalismo corporativo . Dentro de
la defensa de lo propio y de la salvaguarda local existe la construcción del
universalismo. Por ejemplo el Estado de Haití se autodefine como un Estado
Negro, no teniendo en cuenta el color de la piel de sus ciudadanos todos son
negros.
Frente
a los distintos factores que nos enfrentan en la sociedad es el maíz, la milpa
lo que nos define como seres. Lo que nos dio nacimiento como sociedad en el
pasado, lo que nos identifica como connacionales en el presente y lo que nos
debe de unir en contra de los transgénicos en el futuro (no muy lejano).
No solo
es un elemento aglutinador dentro del territorio nacional, si no que es un
elemento de aproximación para nuestros paisanos que emigraron por quienes por
razones de emergencia económica o física tuvieron que abandonar el país. Es un
elemento que nos conecta con todos aquellos que están fuera pero que permite
reintroducirlos en nuestro imaginario cultural, generando así un vinculo
espiritual con la Raza.
La
gastronomía nacional es como si la sociedad mexicana se asomara al espejo de
Tezcatlipoca. Es un claro reflejo de nuestra sociedad. Cada plato que se va
perdiendo es una pieza del complejo rompecabezas del ser mexicano que se
pierde. Un elemento de nuestra historia como nación que queda en el olvido.
Hay que
potenciar acciones particulares para poner en marcha cuestiones mas generales
en vías de discusión. Elementos que parecen inocentes, como la gastronomía,
deben ser por lo tanto tomado por nosotros como demandas indiscutibles contra
los poderes reinantes y aprovechando el caos de las propias contradicciones del
capitalismo conseguir reorganizar nuestra identidad nacional y conseguir nuestra
revolución social.